Pueblos con encanto en la Costa Brava
Enamórate de las joyas escondidas cerca de Begur

Pueblos con encanto en la Costa Brava

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Pueblos medievales en el corazón de la Costa Brava

Pueblos con encanto: los más bellos del Empordà

Desde villas medievales como Pals o Peratallada hasta calas con tradición marinera como Calella de Palafrugell, pasando por la riqueza monumental de Girona, este recorrido revela la esencia de la Costa Brava.

Cada pueblo es una invitación a perderse entre historia, paisaje y cultura que siguen vivas, muy cerca de Begur y del Hotel Galena Mas Comangau.

El alma de la Costa Brava, pueblo a pueblo

Explora sin prisas, respira historia y déjate sorprender por la belleza serena y la hospitalidad de estos pueblos con encanto que definen el carácter del Empordà.

Begur

Begur

Sin duda, el Hotel Galena Mas Comangau está situado en uno de los pueblos con más encanto de la Costa Brava. Begur cautiva con su casco antiguo lleno de historia, sus casas indianas, su castillo en lo alto de la colina y el ambiente acogedor de sus plazas. Pasear por sus calles empedradas es viajar en el tiempo, entre arquitectura colonial y tradición marinera. Rodeado de calas de aguas cristalinas y paisajes mediterráneos, Begur ofrece una combinación perfecta de cultura, naturaleza y autenticidad.

Girona

Girona

Capital de la provincia y uno de los núcleos culturales más destacados de Catalunya, Girona combina un valioso legado histórico con una vibrante vida urbana. Su casco antiguo, atravesado por el río Onyar, conserva uno de los barrios judíos medievales mejor preservados de Europa y está rodeado por una muralla cuyos tramos originales datan del siglo IX. Abajo, los puentes cruzan el Onyar y regalan la estampa más icónica: las casas colgantes, con sus fachadas de colores reflejadas en el agua y las imponentes catedral e iglesia de San Félix como telón de fondo.

La ciudad acoge eventos emblemáticos como Temps de Flors, que cada mayo transforma patios y fachadas en instalaciones florales.

Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell conserva el alma de los antiguos pueblos de pescadores del Mediterráneo. Sus casas blancas con tejas rojas, las barcas varadas en la arena y sus pequeñas calas conectadas por el Camino de Ronda crean una postal viva frente al mar. Junto con Tamariu y Llafranc, forma un trío de localidades costeras que combinan tradición, paisaje y autenticidad.

Cada primer fin de semana de julio, la tradicional Cantada de Habaneras llena la playa de Port Bo de música, en una de las noches más mágicas del verano. A pesar de su popularidad, el pueblo mantiene una atmósfera relajada y genuina, especialmente al atardecer.

Pals

Pals

Con su silueta de piedra dorada y su perfil inconfundible sobre una colina, Pals domina el paisaje del Empordà con elegancia. Su núcleo gótico, perfectamente conservado, se abre a panorámicas sobre arrozales y campos que cambian de color según la estación.

Entre torres, miradores y detalles medievales, el pueblo también acoge una excelente oferta gastronómica: pequeñas terrazas y restaurantes que combinan cocina local con encanto, ideales para saborear la calma de su entorno.

Peratallada

Peratallada

Peratallada es uno de los pueblos medievales mejor conservados de Catalunya, un auténtico laberinto de piedra donde cada rincón cuenta una historia. Entre murallas, torres y calles empedradas, el ambiente bulle con terrazas, tiendas de artesanía y restaurantes que llenan de vida su trazado antiguo. Pasear por sus calles es viajar en el tiempo, pero con el ritmo alegre de un lugar que ha sabido mantener su esencia sin renunciar al encanto de lo cotidiano.

Monells

Monells

Monells desprende una armonía tranquila que invita a quedarse. Su plaza mayor, porticada y de proporciones perfectas, es el corazón del pueblo y uno de los espacios más encantadores del Empordà. Las fachadas de piedra, cubiertas de parra, dialogan con el silencio de los porches y el fluir pausado de quien pasea sin prisa. Monells no impresiona por exceso, sino por equilibrio: lo justo, lo bello, lo auténtico.

Madremanya

Madremanya

Escondido entre colinas suaves y bosques de encina y olivo, Madremanya es un pequeño oasis donde el paisaje natural y la arquitectura tradicional conviven en perfecta armonía. Sus casas de piedra color miel se integran en el entorno con una delicadeza que sorprende. Lejos del bullicio, este pueblo respira calma y belleza rústica, ideal para quien busca el lado más íntimo y contemplativo del Empordà.